martes, 7 de octubre de 2008

Todo se desmorona... Esto es el fin.


Hace ya bastante que no escribo aquí. Otras tareas consumen mi tiempo, y tampoco hay tantas cosas que me atormenten y me obliguen a desahogarme aquí. Pero hoy he leído una noticia que me ha hecho "saltar".

Están corriendo malos tiempos, muy malos. No podía ser buena tanta bonanza en todos los aspectos... y la abuela siempre nos ha dicho que no hay que estirar el brazo más que la manga. Estamos en una crisis económica de escala mundial y sin precedentes en la historia, y esto no ha hecho más que empezar.

El escándalo de las subprimes ha hecho tambalear los cimientos de la economía estadounidense, el paradigma del capitalismo. Y la pérdida de confianza en el sector financiero de ese país ha arrastrado al resto del mundo. Los gobiernos de empeñan en "tapar" los agujeros... con nuestro dinero. A partir de ahora va a ser más difícil conseguir dinero, y por ello la vida va a ser más dura.

Y en medio de esta vorágine de malas noticias, no se oye hablar del cambio climático, ni de guerras, ni de nada... al contrario, empiezan a aparecer otras noticias catastrofistas, que casi pintan un futuro peor que con el sector financiero destrozado.

Días atrás leí que Stephen Hawking dijo en Santiago de Compostela que si la cosa seguía así, el planeta no duraría ni 100 años. No se refería a la crisis financiera, sino a algún tipo de catástrofe climática o social, no sé, y advirtió que era necesario emigrar a otros mundos... Ello coincidió más o menos en el tiempo con la inauguración de colisionador de hadrones (LHC) del Cern y el anuncio de un químico (?) de que se produciría un agujero negro que se tragaría el planeta...

Poco más tarde, otra noticia dice que en el 2050 España será el país con la población más vieja de Europa, y habrá más jubilados que trabajadores, o lo que es lo mismo, que un trabajador tendrá que ganar lo suficiente para vivir él y más de un jubilado.

A esto juntamos otra noticia que dice que los nuevos directivos no están suficientemente preparados y su ambición puede más que su fidelidad a la compañia, por lo que suelen tomar decisiones arriesgadas, y luego pasa lo que pasa. De hecho gran parte de las fallidas más sonadas en los últimos tiempos son muy recientes.

Y si los nuevos directivos no están suficientemente preparados, menos parecen estarlo los que vengan en el futuro. El nivel de los escolares de secundaria de hoy en día es bajísimo, y en Catalunya proponen hacer ahora unos exámenes "informativos" a todos los niños que acaben 6º de básica. Realmente examinarán al sistema, pero ya veremos...

No se acaban aún las malas noticias. Un catedrático de Estructura Económica (se supone que sabe un montón del tema) vaticina que la crisis de verdad empezará en el 2010 y que no conseguiremos salir de ella hasta el 2020. Aún es más, como afirma que los sistemas económicos tienen una vida de 250 años, y que el capitalismo nació entre 1815 y 1820 (¿hay un registro de ello?), todo acabará en el 2070... y que es inevitable. Menos mal...

Ahora ya, la guinda del pastel, lo que me ha provocado escribir todo este rollo, la mayor y soberana tontería que he leído estos días, es que un genetista británico afirma que la especie humana ha llegado a su fin, que se acabó la evolución y todo eso. Alega para ello que somos muy iguales, o sea poco diversos, debido a la superpoblación y la mezcla constante, y eso dificulta la evolución de la especie. Hemos llegado a un punto de estancamiento evolutivo. Y para solucionarlo en la medida de lo posible, propone que los hombres tengan los hijos a edad más avanzada, porque así los espermatozoides pueden contener más errores y por tanto una información genética más variada. Vale, ésa es la teoría... pero yo opino que esos errores nos pueden costar caro, como los "errores" en los óvulos de mujeres de edad más avanzada, a las que no se recomienda gestar por motivos de sobras conocidos.

En fin, ¿qué le vamos a hacer? Esto se acaba, y ya no sé si conviene procrear sin parar hasta la senectud y llenar el planeta de niños variados y "erróneos", con futuro incierto, o disfrutar al máximo de lo poco que nos queda aquí.

Hasta la próxima.