domingo, 19 de noviembre de 2006

Dejar de fumar

Hace ahora 8 días y 2 horas que apagué mi último cigarrillo. Tras 24 o 25 años fumando tabaco rubio a razón de una cajetilla diaria, tomé la decisión de dejarlo definitivamente. No fue la salud, ni la economía, ni tan siquiera la dureza de las nuevas leyes antitabaco lo que me motivó a dejarlo: fue el deseo de libertad. Estaba harto de depender de llevar encima la cajetilla de tabaco para ir a cualquier sitio, de tener reparos a la hora de cenar en la zona de no fumadores de un restaurante... de ser esclavo del tabaco.

Ya tuve una intentona de dejarlo unos 12 años atrás. Estuve 5 días sin fumar. También lo intenté en un viaje a Escocia, con chiclés de nicotina... pero no me gusta mascar chiclés. He leído mucho al respecto del dejar de fumar: elegir el momento más propicio, alejarse al máximo del tabaco, sustituirlo por caramelos u otras cosas, etc. Pues yo ni eso, ¡por el camino difícil! En el peor momento en cuanto a nervios, en fin de semana que es cuando fumo más, con mi mujer que sigue fumando, y sin sustitutos de ningún tipo (la gente que no fuma no sustituye el tabaco con nada). Y ya han pasado 8 días...

El primer día fue el peor, con el "mono" físico. Veía fumar a todo el mundo... hasta a los bebés. Fue horroroso. A partir del segundo día, el "mono" ya era sólo psíquico, más fácil de dominar. El tercer día tenía que enfrentarme a la comida con los compañeros de trabajo (era lunes), y fue un éxito. En fín, que todo ha sido más fácil de lo esperado, y que no estoy dejando de fumar, sino que lo dejé hoy hace 8 días.

Ahora estoy ansioso por empezar la recuperación física, pero algo se ha interpuesto en mi camino: el mayor resfriado que haya tenido nunca. Es curioso que cuando fumaba no me pasaban estas cosas (la verdad es que nunca pillaba nada), y justo el día que dejé de fumar empecé a toser sin parar, quedándome afónico y todo. Luego la nariz tapada, la fiebre, el dolor de cabeza y en las articulaciones... Total, que estoy hecho una porquería, que llevo 8 días sin voz, sin olfato, "atontado"... y parece que voy a peor.

Espero que este contratiempo sea sólo circunstancial, ya que no me gustaría tener que volver a coger el vicio para volver a estar "sano". Que me han dicho que se respira mejor, se huele mejor, se saborea mejor... y que todo es mejor, pero yo aún no lo he visto. Aún así sigo adelante, y desde aquí animo a todos los fumadores a dejar de serlo, que no es tan duro como parece si se tiene la voluntad y la decisión de conseguirlo.

Hasta pronto.

3 comentarios:

SantiMB dijo...

Añado hoy a mi nota que he sobrepasado las 3 semanas sin fumar. Sigue siendo muy difícil no recaer estando inmerso en un mundo de humo de tabaco, sobre todo en casa, pero resistiré.

Eso sí, los nervios me corroen, y estoy que boto. Me tiembla el pulso, tartamudeo y me tiembla l voz, me "tropiezo" en el teclado... Me dicen que masque chiclés o coma caramelos, pero es que no me gustan, y tampoco me ha dado por comer, que es lo que provoca el aumento de peso en la gente que deja de fumar.

Sin embargo, ahora que he superado el gran resfriado, me siento bastante mejor.

Esteban De Sousa Seibane dijo...

Pues ánimo que si llevas unos días de abstiencia eso que tienes ganado, te cuento que mi experiencia en esto de dejar el tabaco es parecida a la tuya, osea, con varias recaídas, pero la última es la que cuenta, yo elegí la fecha y el motivo apropiado y este fue la caída del muro de Berlín, desde entonces no he vuelto a fumar, me ha ayudado el pensar que si fumo uno, me sentará mal y caeré redondo mareado, el resto es algo de fuerza de voluntad ( de eso tengo poco), y pensar que estás haciendo algo correcto con tu salud.Yo siempre digo que si lo he conseguido, lo puede hacer cualquiera, sin métodos, sin acupuntura, sin chiches....
Ánimo Santiago.
P.S. vi tus fotos maravillosas y me animan a seguir disparando. Chao ¡¡

Anónimo dijo...

Bueno. Lo primero, enhorabuena por la decisión, sea cual sea la razón (la tuya, sobre recuperar la libertad, me parece genial). Lo segundo, yo sí fumo, pero no una cajetilla diaria, ni dos, ni tres... sino ¡¡1 cigarrillo semanal!! Pero oigan: me tiene totalmente esclavizada. Si no cumplo y no me lo fumo (da igual el día de la semana, el momento y la compañía)como que me pongo mala, malísima. Igual soy una aprensiva, quién sabe... El caso es que quienes me conocen se ríen de mi particular vicio. Es más. Me dicen que 4 cigarrillos al mes ni es adicción ni es nada. Sólo tontería. Pero, al igual que el dueño de este blog y mucha otra gente, ya he tenido otras intentonas de "dejar de". Y soy incapaz. Tal vez lo bueno de todo esto es que ni tengo un gran gasto económico, ni siquiera de salud... y, además, al ser uno cada siete días, como que lo disfruto de verdad. Sin embargo, prefiero la libertad, que es más barata y más sana. Y tampoco hace daño a los demás... ¡¡Bastante tiene una ya!!

Un saludo (y a seguir).